En mis talleres de negociación siempre surge el debate sobre cómo negociar con aquéllos que usan la intimidación o la violencia como estrategia de negociación. En el ámbito político, la respuesta a esta interrogante tienen una connotación mucho más urgente e importante, ya que el no encontrar un acuerdo puede traducirse en más violencia y menos acuerdos, fenómenos que amenazan la paz que se requiere para garantizar el desarrollo de cualquier democracia.
Analicemos entonces la decisión del Frente Amplio Progresista (FAP) de tomar las tribunas de ambas Cámaras. ¿Cuál debería ser la estrategia de negociación del Gobierno y el resto de los legisladores?
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SALUDOS... ANA MARIA SALAZAR SLACK
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