Los políticos modernos saben negociar
Gracias al proceso democratizador, producto de la alternancia, en México se ha ido acotando el uso de la fuerza en contra de los enemigos políticos, también se han hecho esfuerzos por transparentar las funciones públicas. Pero hay un capitulo al que le queda mucho por escribir, que es la capacidad de negociar. Hoy lo que hace falta es que nuestros políticos desarrollen la capacidad de negociar y crear consensos, esta cualidad es probablemente una de las herramientas más importantes que un líder político y/o gobernante debe tener.
A través de los años, la importancia de saber negociar se ha convertido en un eje cardinal, máxime en un país como el nuestro, en donde los conflictos magisteriales, estudiantiles, sindicales e incluso de grupos violentos como los macheteros de Atenco son la orden del día. De hecho distintas Universidades y empresas se han preocupado porque sus ejecutivos tomen cursos y talleres de negociación para poder darles una ventaja en su capacidad de representar los intereses de la empresa. Sin embargo, la mayoría de la literatura y de los talleres de negociación tienen un enfoque empresarial. Y aunque las técnicas de negociación que se usan en la IP son de utilidad para los funcionarios públicos y los líderes políticos, no necesariamente proporcionan las herramientas que necesitan estos para negociar dentro del ámbito altamente conflictivo de la política.
Por diferentes razones, en el quehacer político de nuestro país, la palabra “negociar” se ha estigmatizado. Difícilmente la sociedad confía en las negociaciones, particularmente las que son entre gobernantes. Habitualmente las negociaciones entre políticos, partidos, etc. se perciben turbias y se ven sospechosas gracias a los altos índices de corrupción que la clase política ha demostrado en este país.
A diferencia del líder empresarial o el líder militar, quienes por cierto usan diferentes herramientas para movilizar a las personas que representan, pues llegan a sus cargos mediante otros procesos que la elección popular, el líder político moderno requiere de la credibilidad y la confianza de las personas que representa en sus negociaciones. El buen líder, el moderno, el democrático, puede convencer mediante negociaciones que hay que hacer ciertos sacrificios en algunas cosas para que la situación pueda mejorar a largo plazo.
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